El arte y la memoria se unen para rendir tributo a Antonio Jiménez González, más conocido como Antonio de Canillas, nacido en Canillas de Aceituno en 1929 y considerado el padre de la saeta malagueña. La ciudad de Málaga ha saldado una deuda pendiente con esta figura fundamental del flamenco, con la inauguración de una escultura en los jardines de Manuel Atencia García, junto a calle Alcazabilla.
La obra, realizada por el artista malagueño Juan Vega, representa un medio busto de carácter realista fundido en bronce, en el que se ha buscado no solo el parecido físico sino también el alma del cantaor. El acto ha contado con la presencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; representantes de la Diputación de Málaga, familiares y amantes del flamenco, que vivieron un momento especialmente emotivo cuando, a través de los altavoces, ha sonado la saeta “La liberación del preso” en la voz del propio Antonio de Canillas.
Este homenaje es también motivo de orgullo para Canillas de Aceituno, su pueblo natal, que siempre ha reivindicado el legado de su paisano más ilustre. Antonio de Canillas llevó el nombre del municipio a escenarios de todo el mundo con su profundo conocimiento de los palos del flamenco y su voz única, que hizo historia en festivales, peñas y concursos, como cuando obtuvo la Lámpara Minera en 1964.
Además del reconocimiento en Málaga, su figura ha sido destacada en diversas ocasiones por la Diputación Provincial y entidades culturales, que han editado biografías y antologías discográficas en su honor. Hoy, su recuerdo queda sellado también en bronce para las futuras generaciones.