La familia de Juan Frías Martín, vecino de Alfarnate fallecido en la prisión franquista de Orduña en 1941, ha recibido este miércoles sus restos mortales en un emotivo acto celebrado en el cementerio del municipio. Ocho décadas después de su muerte, la identificación ha sido posible gracias a las muestras de ADN aportadas por dos de sus hijos, lo que ha permitido cerrar un largo proceso de búsqueda y dar descanso a su memoria en su pueblo natal.
Juan Frías, agricultor de Alfarnate, fue condenado en 1937 por “auxilio a la rebelión” a 12 años y un día de prisión. Tras pasar por la cárcel provincial de Málaga, ingresó en la Prisión Central de Orduña en noviembre de 1939, donde falleció dos años después, a los 39 años de edad. Estaba casado y tuvo cinco hijos, de los que aún viven dos.
Su exhumación se realizó en 2024 en el cementerio de Orduña y forma parte de los trabajos desarrollados por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora). Hasta la fecha se han identificado 18 víctimas de esa prisión, de un total de 93 restos recuperados. Todavía quedan 75 pendientes de identificación genética.
Las autoridades vascas han recordado que sigue abierto el llamamiento a familiares de desaparecidos de la Guerra Civil y el franquismo para que aporten muestras de ADN y facilitar así nuevas identificaciones.
Con esta entrega, Alfarnate se convierte en escenario de un acto de memoria histórica que devuelve dignidad a una de las muchas víctimas locales que sufrieron la represión franquista.